La evolución de la relación azúcar/urea entre 2020 y 2025 muestra una fuerte sensibilidad del poder de compra del azúcar frente a los fertilizantes, de acuerdo a un informe elaborado por la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), publicado en la revista Reporte Agroindustrial.

Los costos de fertilización en caña de azúcar en Tucumán siguen aumentando, impulsados por la volatilidad de los precios internacionales de los fertilizantes y por la devaluación del peso. Entre las campañas 2024/25 y 2025/26 el aumento interanual se ubicó entre 46 % y 49 % (según el tipo y la dosis de fertilizante aplicado), con una incidencia importante del precio de la urea que, pese a una leve baja reciente, mantiene un nivel elevado en dólares. La comparación de alternativas de manejo muestra que el uso de CAN combinado con biofertilizante representa la opción más económica.

Expresado en bolsas de azúcar por hectárea, el costo en 2025 varió entre 8,5 y 15,8 bolsas; es decir entre 2,7 y 4,7 bolsas más que en 2024.

El productor de caña de azúcar sabe que la fertilización es crucial porque el suelo no provee todos los nutrientes, mejorando el desarrollo radicular y foliar, aumentando la población de tallos y el rendimiento (hasta 20% o más), y asegurando producciones sostenibles; en especial, con nitrógeno y fósforo, según investigaciones realizadas por la institución.

La Eeaoc enfatiza la fertilización nitrogenada oportuna, el uso de bioestimulantes (zinc, boro) y el manejo de fósforo en suelos específicos para lograr mayor productividad y calidad, incluso investigando alternativas más sostenibles.

Los técnicos afirman que la fertilización genera el aumento del rendimiento, ya que incrementa la población de tallos (entre dos y cuatro más por metro) y el rendimiento (hasta 20%), superando las limitaciones del suelo.

Indican que hay un mejor desarrollo, ya que promueve raíces más fuertes, mejor absorción de nutrientes y mayor tolerancia a estrés.

Afirman por otro lado la necesidad del uso de nitrógeno porque ayuda a los altos rendimientos, y que su falta reduce drásticamente la producción y calidad.

Hay que realizar esta práctica de manera oportuna, ya que atrasos en la fertilización nitrogenada reducen beneficios y afectan la maduración.

Nutrientes Clave: Nitrógeno (N), Fósforo (P) y Potasio (K) son esenciales; en suelos específicos (arcillosos) el K puede ser crítico, y el P mejora rendimientos en renovaciones.

Puntos clave de manejo

Nitrógeno: La urea (46% N) es común, pero su aprovechamiento es bajo (20-50%), requiriendo incorporación al suelo.

Fertilización Líquida: puede ser tan efectiva como la urea, pero requiere equipos para incorporar en suelos con rastrojo o arenosos para evitar pérdidas.

Fósforo: necesario en suelos con bajos niveles, aplicado en el surco en renovaciones.

En resumen, la fertilización es un pilar para la alta productividad cañera en Tucumán, guiada por la investigación de la Eeaoc para optimizar el uso de nutrientes y asegurar la viabilidad económica del cultivo.